Terminó.
Todavía siento que no tengo los pies sobre la tierra, que camino sobre las nubes.
Terminó.
-Decepción-
¡No quiero caer! Mi orgullo está en juego.
Está librando la batalla contra el dolor.
¿Algún día pararé de llorar?
Oleadas de dolor me relamen la piel, adentrandose en mi cuerpo
y llenandome desde lo más profundo.
Es tanto el dolor que ya siento vacío.
¿Volveré a sentir?
Se me secaron las lágrimas ya, no siento dolor, no siento nada.
Estoy en la nada misma.
¿Porqué te fuiste sin pelear por nuestro amor?
¿Porqué yo me esforzé tanto?
¿Porqué me trataste y me tratás así?
¿Me odías? ¿Me amás? ¿Me querés algo, al menos?
¿Quién fuí en tu vida?
¿Era todo mentira?
Terminó.
Y me dejó, acá, en el suelo, llorando, completamente vacía y en la oscuridad.
¿Acaso no puedo ser felíz?
El destino está emperrado en sacarme del camino tomado.
La vida se ríe en mi cara.
¿Acaso no puedo ser amada , y dar mi amor sabiendo que estará conmigo?
No pudiste darme nada, solo promesas vacías.
Esa boca se te llenó de desamor.
Me rompiste el corazón en mil pedazos, lo habías remendado y lo destruiste con
tus propias manos. Me lo arrancaste.
Y así, terminaste con mi vida.
Pero mi orgullo va a ganar, y algún día mi cadáver se va a levantar con el
propio peso de mi voluntad.
Y cuando me levante, jamás me volveré a caer.
Nunca más.
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